7 de marzo de 2008

TERCER DIÁLOGO (primera parte)

(La escena transcurre en un delicioso tocador)
MADAME DE SAINT-ANGE
EUGENIA
DOLMANCÉ
Eugenia, (muy sorprendida de ver en el cuarto a un hombre que no esperaba) — ¡Dios mío, esta es una traición, querida amiga!
Madame de Saint-Ange (igualmente sorprendida) — ¿Por qué motivo está usted aquí? ¿No tenía que llegar a las cuatro?
Dolmancé — Siempre se adelanta lo más posible la felicidad de verla, señora. Encontré a su hermano; él comprendía lo necesario de mi presencia para las lecciones que debe usted darle a la señorita. Sabía que éste sería el liceo donde se darían los cursos y me introdujo secretamente sin imaginar que sería desaprobado. Como sabe que sus demostraciones sólo serán necesarias luego de las disertaciones teóricas, no aparecerá hasta ese momento.
Madame de Saint-Ange — En verdad, Dolmancé, este es un giro...
Eugenia — Con el que no me dejaré engañar, mi buena amiga; todo esto es obra tuya... Al menos debiste consultarme... Ahora tengo tal vergüenza que seguramente hará fracasar nuestros proyectos.
Madame de Saint-Ange — Te aseguro que la idea de esta sorpresa sólo pertenece a mi hermano; pero no te asustes: Dolmancé, a quien conozco como un hombre muy amable, no será sino muy útil para nuestros proyectos. Respecto a su discreción respondo de él como de mí misma. Familiarízate con el hombre de mundo que está en mejores condiciones de conducirte por la carrera de felicidad y placeres que deseamos recorrer juntas.
Eugenia (ruborizándose) - ¡Oh! No por eso dejo de sentir una gran confusión...
Dolmancé — Eugenia, póngase cómoda... el pudor es una vieja virtud de la que debe desprenderse limpiamente, como de tantos otros hechizos.
Eugenia — Pero la decencia.
Dolmancé — Otro uso gótico del que se hace muy poco caso en la actualidad. ¡Es tan contraria a la naturaleza! (Dolmancé toma a Eugenia en sus brazos y la besa).
Eugenia, (defendiéndose) - ¡Basta, señor!... ¡Verdaderamente usted no me trata con miramientos!
Madame de Saint-Ange — Eugenia, dejemos de ser mojigatas con este hombre encantador; yo no lo conozco más que tú y sin embargo, ¡mira cómo me le entrego! (Lo besa lúbricamente en la boca) ¡Imítame!
Eugenia — Sí, sí; ¡de quién podré tomar mejor ejemplo! (Se entrega a Dolmancé, que la besa ardientemente y con la lengua).
Dolmancé — ¡Qué amable y deliciosa criatura!
Madame de Saint-Ange, (besándola también) -- ¿Crees, pequeña picara, que yo no tendré mi parte? (Dolmancé, abrazándolas, las acaricia con la lengua durante un cuarto de hora; las dos se le rinden y él se entrega).
Dolmancé — Créanlo, señoras. Estos preliminares me embriagan de voluptuosidad. Hace muchísimo calor. Pongámonos cómodos y charlaremos infinitamente mejor.
madame de saint-ange — De acuerdo, estos velos de gasa ocultarán solamente aquellos atractivos que es preciso esconder al deseo.
Eugenia — ¡En realidad me hacen hacer cada cosa!...
Madame de Saint-Ange, (ayudándola a desvestirse) — Ridículas ¿no es cierto?
Eugenia — Por lo menos indecentes, verdaderamente... ¡Ah, cómo me besas!
Madame de Saint-Ange — ¡Qué hermoso pecho!... es una rosa apenas entreabierta.
Dolmancé, (mirando, sin tocarlos, los senos de Eugenia) — Y que prometen otros atractivos... infinitamente más estimables.
Madame de Saint-Ange — ¿Más estimables?
Dolmancé — Sí, por mi honor, (al decir esto Dolmancé trata de dar vuelta a Eugenia para examinarla por atrás).
Eugenia — ¡No, no, le ruego!
Madame de Saint-Ange — No, Dolmancé, no quiero que vea... un objeto cuyo poder sobre usted es tan grande... teniéndolo en la cabeza no podría razonar ya con sangre fría. Tenemos necesidad de sus lecciones, dénoslas y los mirtos que desea recoger formarán luego su corona.
Dolmancé — Acepto. Pero para demostrar, para darle a esta bella niña las primeras enseñanzas de libertinaje, es necesario que al menos usted tenga la complacencia de prestarse.
Madame de Saint-Ange — ¡En buena hora!... Heme aquí completamente desnuda, ya puede disertar sobre mí tanto como usted quiera...

1 comentario:

•·.·´¯`·.·• Pao •·.·´¯`·.·• dijo...

Gracias por sus visitas a mi blog!!

Con más tiempo voy a leer los diálogos, ya que por ahora un final me está robando la mayor parte de él.

Se extrañan sus escritos!!


saludos!